Foto: Getty Images

Una cifra más de la fosa común

4:27, abro la ventana y prendo un cigarrillo, el olor se parece más a un cartucho recién cortado y utilizado. Esta vida ya se trata de supervivencia y no de vivir.

Por: An Loah

Un cuete me despierta a las 4 am, pienso que es algún balazo y en mi cabeza ya imaginaba el titular “una cifra más en la fosa común”. Voy por una botella de lo que fuera al comedor para poder volver a dormir. 4:14 de la mañana, prendo un cigarrillo y pongo algo de los Beatles en el toca discos pensando, que es una noche tranquila.

Don’t let me down, don’t let me down
Don’t let me down, don’t let me down
Nobody ever loved me like she does”

¿Qué de tranquilo tienen ahora las noches? ¿Será que ya sólo queda beber para brindar que uno llegó bien a su madriguera? Ya no hay vagabundos en las esquinas, los dueños de la calle ya fueron emboscados por los de mala calaña. Ya ni siquiera ser un marginado te da libertad porque ahora los cuchillos, las balas y la diversión maniaca te vuelven su presa. Por eso tuve que dejar de vivir en las calles y darme los manjares que sólo la madrugada puede ofrecer, para empezar a tener una vida que antes aborrecía de solo pensarla.

4:27, abro la ventana y prendo un cigarrillo, el olor se parece más a un cartucho recién cortado y utilizado. Esta vida ya se trata de supervivencia y no de vivir. Ya no puedes pedir un favor porque seguramente esa persona te va a secuestrar el culo y mucho menos puedes ya ser una persona amable porque la gente ya desconfía de la gente. Algo se rompió en nosotros, ahora ser una buena persona es una desventaja.

Sigo bebiendo, pero creo es mi ansiedad de esta ciudad, “la ciudad en la que aquí, nada pasó” no me deja estar tranquilo; CDMX, donde alguien está jodido por las leyes, por vender hasta sus pertenencias para poder comer, donde la policía encuentra datos para extorsionarte, pero no encuentran al hijo de su perrísima madre que violó o asesinó a tu vecino, a tu familiar, a tu amigo. Son las 4:44 y seguro algún bastardo ya encañonó a alguien… ¿Por qué pienso esto y no puedo pensar mejor en el culo de hace algunas noches? Quizá las noches de caricaturas acabaron y comenzaron las noches crudas y sin censuras.

4:51, paso al cagadero y la mierda huele mejor que la humanidad. Veo un periódico de antier, lo extiendo y aparece una persona al lado de un cuerpo desmembrado con el corazón de cordero en una mano y la cabeza en la otra. No había caído en la cuenta de que ya no me asustan esas imágenes, pero no tengo ni la menor idea de cuando todo esto, a pesar de que es una aberración, dejó de escandalizarme y cuándo comenzó el morbo. Busco la página de la nota y al ver el cuerpo desmembrado recordé los periódicos de hace algunos años, finales de los 90 y principios del 2000, cuando antes en las notas fuertes de los periódicos como el gráfico o el metro pixeleaban las fotografías de los cuerpos, sangre y sólo de vez en cuando dejaban la escena del crimen sin editar. Aviento el periódico, me limpio el culo y pienso que ojalá la ciudad se pudiera limpiar como uno se limpia después de cagar.

5:00, la mierda se va por el inodoro y la mierda de la ciudad flota, la mierda de Iztapalapa, de Coyoacán, de la Azcapo, Xochimilco, GAM y de todas las demás alcantarillas de la ciudad. Seguro esos hijos de perra son más católicos que los propios católicos. Siempre llevan a Judas y San Judas en la mano con la bendición de su santa madre y la de la que los adoptó en la tierra. Ja, ja, ja, ja, ja, ja ¡hijos de puta! Pidiendo que les vaya bien en su día, eso sí debería estar escrito en el DSM como “fe de rata”. 5:30, prendo la pantalla y él mismo se echa porras, ladrando de su gobierno desde la comodidad de su seguridad, donde no sabe lo que es encarar al lobo de la CDMX. Pide que los chicos malos dejen de ser malos, pero con educación, pidiendo por favor, mientras en la calle apenas dices la “n” si alcanzar a que se escuche la “o” y ya te drenaron la sangre. Aparecen notas rojas como si fueran estrenos de Hollywood y es por eso que ahorita las vísceras ya dejaron de lado el estar ocultas a un espectáculo, pasaron a ser algo normal.

5:45, no pude dormir de nuevo, ojalá todo fuera como antes. Cuando podía beber y salir con moretones por una riña, pero, no ser un número más del montón de la fosa común. Que tengan buen día y comiencen con no masturbarse ya con muertos en la cabeza.

La calle es una selva de cemento 
Y de fieras salvajes cómo no, 
Ya no hay quien salga loco de contento. 
Donde quiera te espera te espera lo peor”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *