Uno introdujo el puño, y no la letra, en el lenguaje romántico de la oquedad del cuadrilátero. El otro fue un activista social inclaudicable.
Los César Chávez

Uno introdujo el puño, y no la letra, en el lenguaje romántico de la oquedad del cuadrilátero. El otro fue un activista social inclaudicable.
Ryszard Kapuściński, arquetipo del reportero moderno, corresponsal de la agencia de noticias de Polonia en África, apunta que en 1950 tuvo lugar un mitin en la plaza West End de Acra, hoy capital ghanesa, cuyo orador principal fue Nkrumah.
El PSG hizo ver fácil un juego de por sí sencillo. Allí el mérito de Luis Enrique: lo enrevesado es eliminar toda pomposidad y barroquismo a un deporte sustentado en las elementales reglas comunitarias de pasar la pelotita al que la espera, al libre y al que sabe qué hacer con ella desde antes de tenerla en las botas
Situado en el extremo sur de la península más oriental de la Grecia moderna, el Monte Atos, con sus más de 2 mil metros sobre el nivel del mar, preside portentoso sobre una veintena de monasterios habitados por cerca de 1,800 monjes. Epicentro del cristianismo ortodoxo desde hace más de mil años, una región autónoma, bajo jurisdicción del patriarcado de Constantinopla, a la que muy pocos tienen acceso, entre ellos, ninguna mujer.
Si bien el fin de mi viaje no tuvo un desenlace tan apasionado como el de Julia Roberts y Javier Bardem en aquella película taquillera, sí me regaló una eterna gratitud por aquel santuario. Que, en cierta forma, se sintió como lo mismo.
Visitar la capital de la histórica región saudí del Hiyaz permite descubrir los secretos mejor guardados de la península arábiga durante el mes sagrado del Ramadán, a la vez que entender los esfuerzos de un pasado muy presente que busca disfrazarse de modernidad.
La historia de Black Bill me fascinó porque yo tenía siete años, cuando uno de los negros amigos de mi padre, el exboxeador Carlos Téllez, me dijo que “de verdad” Black Bill se había quedado tuerto por amor.
Hace dos semanas recordé aquella noche de mediados de los noventa, porque escuché en la radio que la chica anfitriona de la reunión de Halloween, la sobrina de mi amiga Maripaz, superó a Shakira y se convirtió en la latina con más Latin Grammys en la historia, con 18 premios.
Mi padre siempre aceptó lo que dictaba el Estado. Y murió en la isla sin pensar en abandonar su tierra, aunque no era comunista ni fidelista: era sólo un cubano de raigambre, fumador de tabaco, tomador de café y seguidor del equipo Industriales.
Toda la belleza que he presenciado hoy tiene valor y origen en el tiempo que recorrió, recorre y continuará recorriendo para, por fin, llegar a ser belleza.
Pasado, presente y futuro. Fue un centro de reclusión, pero también es un espacio de cultura. Y de juego. Y dentro de unos años volverá a ser un lugar de vida.
Los placeres hemingwayanos se encuentran bajo prohibiciones legales en medio mundo. O en la mirada desaprobatoria, incluso, de los más leales lectores de Hemingway. Nuestro minuto de la historia es menos épico.
Antes de irnos de la cabaña, se detuvo frente a un espejo para atusarse el bigote estilo Emiliano Zapata, que se dejaba crecer para actuar en la película. Acabó de acicalarse y dijo: “A que soy guapo, amigo”. Y soltó una carcajada gloriosa.
Tantas toneladas de Cempasúchil hacen aflorar mi eterna amargura y comienzo a pensar, sin demasiado fundamento, que este festejo, como tantos otros, no son más que formas de hacer ruido para no oír nada. No es que prefiera la solemnidad del negro o el dolor de los silencios, lo que creo es que tanta calaca bailante termina por seguir escondiéndolo todo.
Hacia la cayería del oeste había un rojo atardecer. El canto de la niña escapó por la ventana y se esparció en la llamarada. Habría querido grabar la entonación. Pero, cuando la vida te abre su estuche de maravillas, mejor guarda el hecho en la memoria: no estropees la magia con inventos de ciencia.
Reflexiones y aprendizajes sobre el taller de adobe convocado por Colectiva Argamasa. La tierra y su potencial transformador del tejido social.
Uganda no es solo un lugar, es una sinfonía de paisajes y personas, donde la naturaleza nos habla en cada amanecer y en cada puesta de sol, mostrándonos la belleza de un mundo en constante movimiento.
Siete y cuarto de la madrugada. He dormido peor que un alcohólico sin trago. Mis legañas de hiedra trepan por las cejas y las lentillas se me pegan como el suelo del baño del aeropuerto de Estambul. En ningún momento pensé que la mochila horaria me fuera a pesar tanto. ¡Quién fuera Sísifo! Mi rostro […]
El viaje que Nach Mao comenzó con 23 años para “huir de los horrores del Congo” le llevó a instalarse en Uganda, país que acoge al mayor número de personas refugiadas y solicitantes de asilo de África, según la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur).
Pienso en la tarea tan ardua que supondría recuperar los significados y exponerlos sin ninguna huella que rastrear. La verdadera batalla que librar está en el hecho de nunca más tener que volver a «leer el aire».