Me pregunto si alguien reza por mí, así como yo rezo por ellos. Me pregunto si hay alguien del otro lado de mis miedos, esperando, guardando luto por mi valentía.
Categoría: Historias
Todo el dolor del mundo
Al dolor no le queda espacio entre las risas, el vino y la comida. No hay un centímetro en el que quepa el dolor. No cabe en la mesa porque está decorado por un mantel de flores. No cabe en las paredes porque están nuestras fotos, ni en el centro de la mesa porque hay vino, ni en las sillas porque están mis amigos.
Así que opté por lo más sencillo, ir al punto en donde me despedí de ti, a la misma hora, a la misma esquina, para ver si, de alguna forma, en alguna otra vida podía verte de nuevo.
No se puede hacer nada para prevenir la sensación de tristeza profunda. La sensación de que todo tiempo pasado fue mejor. No es posible recordar mal un aroma. Un aroma es una de las pocas certezas que tiene la memoria.
El héroe inmortal
Antes de contestar, Zeus disfrutó el momento. Con una mirada movediza, en el silencio, a través de la magia antigua que llamaban imaginación, sus ojos escucharon una voz en el objeto que le decía: “En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme…”.
Eres luz pura, el calor más auténtico, como vivir siempre de día con un abrazo permanente en el correr del otoño.
Diatriba de un hombre enamorado
Al menos esta vez no me sonrojaré… Tengo una “vida” que contarle y mucho tiempo para hacerlo ¿no?… yo le o ¿me? prometí que, aunque fuera en otra vida, seguiría buscándola y eso, eso estoy haciendo.
Los faros de Acercandría
Hay noches en las que despierto sobresaltado. Sueño que esta ciudad se quedó sin los faros de Reforma, que un maremoto acabó con el de Tánger y al faro Roncali se lo terminó de comer el óxido. Que mi Torre Sevilla cayó al Guadalquivir y que el World Trade Center nunca existió. Es en esas noches que soy un marinero perdido bajo las estrellas, sin A Coruña, sin faro, sin anticipo de hogar.
Cuando hubo que despedirse, a diferencia de la separación afectiva, la de bienes había fluido bastante bien: los libros de leer eran de ella, los libros de ver eran los de él.
En la capital colombiana, por entonces hogar de residencia de los también ilustres Alfredo Di Stéfano y Adolfo Pedernera, Guevara y Granados vivieron desde las tribunas de El Campín la histórica victoria de Millonarios sobre el Real Madrid.
La pista y yo (camino a Daytona)
Le daba igual perder el control, dañar a la bestia, dañar al otro jinete. Para él solo existía la bandera de cuadros que estaba a unos metros.
El lugar más alejado del mundo
La lluvia en Uganda siempre cala hasta los huesos. Y te resguardas -si es que lo consigues- y aún así encuentra formas para empaparte entero. La lluvia en Uganda siempre cala hasta los huesos. Y huele a café, a plátanos y a olvido, y recorre sus calles en busca de huecos en los que colarse […]
Qué duele más
No sé qué duele más. La espalda del faquir en el vagón. Que no tenga comida. Que el Estado lo haya abandonado (oh, Estado, ¿por qué me has abandonado?). Que la pida y no poderle dar. El niño que lo ve. El papá que no quiere que lo vea. La prisa contenida del papá. La […]
Mientras que en condados como Kent, Gales del Sur, Lancashire o South Yorkshire el apoyo llegó a superar el 95 por ciento, en Notthinghamshire apenas superó el 20 por ciento a pesar de que el Notthingham Forest de Brian Clough, orgullo de la región y doble campeón de Europa, fue uno de los primeros clubes en ponerse del lado de los trabajadores.
Bellacas de Vallecas
Escribo este domingo porque la nostalgia me invade. Escribo este domingo porque la nostalgia me invade; pienso en las olas y no en la dama que está esta noche conmigo. Recuerdo el mar chiquito que entre las piernas escondes, aquel que nos junta. Y llegas a mis pensamientos cuando cesa el fuego cruzado y hay un instante de calma aquí en el barrio de Vallecas.
En la península helena, Byron escribió, bebió, viajó, conspiró y luchó junto a rebeldes, guerrilleros y bandidos con suerte dispar.
Mi imaginación solo puede crear un escenario formado por imágenes “soportables para la audiencia”. No son la realidad. Pienso y pienso. Y sobrepienso. Y a veces lloro.
Ensayo de un ensayo
Lo único que se logró saber con certeza fue que se negó a ser partícipe de un concierto de reggaetón, y fue abandonado fuera de una sala de conciertos. Parte de la leyenda apunta a que Tino el Pingüino lo encontró y le devolvió el alma.
Resistencia
Era su manera de vengarse por tener una madre puta, hacerle la vida imposible pero sin plantarle cara directamente, haciéndose la tonta, incluso la ingenua, haciendo como que no lo hacía por fastidiar, sino porque ella era así, incluso llorando y pidiendo perdón cuando convenía, pero todo mentira, todo para no decirle la verdad.
Revisé el celular, nueve y diez de la noche, a buen paso en veinte minutos estaría en casa. Durante el trayecto me enfrenté al repulsivo espectáculo de una ciudad en decadencia.