Miguel Caballero

Puentes

Porque lo único que queda después de las historias son las palabras. Porque todos necesitamos contar una historia.

Presentimiento

Estoy en bancarrota y desempleado, pero con un buen presentimiento. Y a veces con eso basta. Eso y también que los hijos de puta que hoy jugaban, que hoy defenderían la camiseta —la que corrí a comprar— me habían demostrado durante diecisiete jornadas que ni mi estúpida maldición podía con ellos.