Pasado, presente y futuro. Fue un centro de reclusión, pero también es un espacio de cultura. Y de juego. Y dentro de unos años volverá a ser un lugar de vida.


Pasado, presente y futuro. Fue un centro de reclusión, pero también es un espacio de cultura. Y de juego. Y dentro de unos años volverá a ser un lugar de vida.

Jacques Audiard, con esta atrocidad, ha demostrado que el peor crimen en el cine no es la ignorancia, sino la ignorancia disfrazada de valentía.

Que la vida se inunde de asombro, como quien escucha una melodía por primera vez, sin comprender sus notas, pero sintiendo que la música lo atraviesa.

La obra de Eggers es la confirmación de que, en manos de un auteur comprometido, las historias clásicas pueden renacer con una vitalidad renovada, recordándonos que hay narrativas que, como los vampiros de pura cepa, jamás perecen del todo.

La fusión de la fotografía realista, el poderoso montaje, las actuaciones memorables y la dirección precisa se ven aderezadas con la música compuesta por Clint Mansell e interpretada por el cuarteto de cuerdas Kronos Quartet.

La recién condecorada premio Nobel, la ópera prima de una prometedora escritora uruguaya y los perfiles de una de las mejores cronistas latinoamericanas del momento forman parte del desfile de recomendaciones para dar carpetazo al 2024. La clase de griego; Han Kang Lo primero que me fascinó en torno al libro de la escritora surcoreana […]

Esta es una obra cinematográfica que combina actuaciones brillantes, una dirección audaz y una narrativa profundamente humana y la dirección del rebelde y ácido Richard Brooks elevan la película a un estatus casi mítico.

Resultaba difícil imaginar que un especial cinéfilo de Año Nuevo propusiera nombres tan variopintos como Roman Polanski, Quentin Tarantino, Ronald Neame, Paul Thomas Anderson, Billy Wilder y Richard Donner. Luna Amarga; Roman Polanski “Quizás debí haber apostado por tu mujer”, le dice el triunfal Oscar a un pasmado Nigel, llenando su copa de champagne desde […]

Este es un Almodóvar que se ve más preocupado por agradar que por inquietar, más interesado en la corrección política que en la subversión, y mucho más preocupado por la imagen y el estilo que por la profundidad y la sustancia.

Ferrufino-Coqueugniot, autor de Sombra de la tierra sobre la luna, no solo es uno de los más grandes escritores bolivianos contemporáneos, sino también uno de los más interesantes en lengua española.

Ambas autoras, filósofas de formación, despliegan un texto cuyas caras van del rigor argumentativo a la belleza literaria sin dejar de alimentarse mutuamente.

La adaptación de la novela homónima de Burroughs es un ejercicio de estilo que, aunque visualmente deslumbrante, carece de la chispa emocional necesaria para conectar con su audiencia.

Se acabará la luz, la tierra, la lluvia de septiembre que nos tocó y el sol de octubre que nos iluminó. Será el final de todo, incluyendo el mío.

Marisa Paredes nos dejó con un legado inmenso, y Leo Macías es uno de sus regalos más preciosos. Una mujer rota y resiliente, una escritora que se salva a sí misma a través de la ficción. Y así todo, La flor de mi secreto es, para muchos, la feel-good movie más extravagante del mundo.

Aprendimos a soñar con finales perfectos. Estoy cansada de soñar con finales perfectos, ¿qué sucede cuando descubrimos que la perfección no es más que una ilusión?

Sus historias se mueven entre los escuchado y lo visto, lo intuido y lo sospechado, lo vivido, lo imaginado, la memoria, el recuerdo, la sospecha y la intuición.

Civil War no es solo una película de guerra, sino un ensayo visual sobre la erosión de la esperanza y la conexión humana. Al entrelazar los arquetipos de El Mago de Oz con su narración moderna, Garland demuestra cómo incluso las historias más familiares pueden reinterpretarse como advertencias.

El periodista musical Eduardo Izquierdo propone un recorrido que intenta explicar la grandeza de la banda comandada por Eddie Vedder.

La subasta reúne a 23 artistas de diferentes partes de la república que abordan termas como la sexualidad femenina disciplinada y convertida en un campo masculino así como la memoria ancestral.

Me causaba congoja el hecho de imaginar que esas palabras buscaban otro destino, que salieron en busca de un lugar y no lo encontraron, que evidentemente estaban dirigidas a alguien y que, por alguna circunstancia que ignoro o de la que nunca llegaré a tener conocimiento preciso, se desmoronaron, cayeron y quedaron expuestas y abandonadas.