Como dice Liam Gallagher: lo peor de ser parte de Oasis es no poder formar parte del público. Entendí, a lo largo de las dos noches en el Estadio GNP, que la gresca entre los hermanos Gallagher no nos estaba privando solamente de lo que implicaba ver en vivo a Oasis, sino de lo que sería vivir la efervescencia de un concierto largamente esperado en conjunto con otras sesenta mil personas.
Oasis: vivir para siempre
