He de confesar que admiro a la gente que consigue derribar del pedestal o no idealizar a su héroe. Los admiro porque yo no puedo. No sé, tampoco, cancelarlos.

He de confesar que admiro a la gente que consigue derribar del pedestal o no idealizar a su héroe. Los admiro porque yo no puedo. No sé, tampoco, cancelarlos.
Me invadió una duda que se ha materializado en textos y conciertos previos: ¿qué vemos cuando vemos a una banda? ¿Por qué esto sí significaba ver a Chicago?
¿Por qué, entonces, los Pretenders no llegan a verse como el proyecto solista de Chrissie Hynde? Ella supo, desde el Learning to Crawl, que repetir -o aspirar a repetir- el sonido de los Pretenders originales era una batalla perdida.
¿Debemos confiar, entonces, en que Foreigner es en realidad un producto mental de Mick Jones? ¿Debemos confiar en la alineación actual, curada por él, a sabiendas de que fue también él quien construyó ladrillo a ladrillo a la banda que se mitificó en los ochentas? ¿O ahora Foreigner es únicamente el cúmulo de rolas que compusieron en su momento y no importa demasiado quién las interprete?
El unplugged de Los Bunkers constituye en términos narrativos, dentro de su carrera, una suerte de retorno. Iniciamos tocando guitarras de palo, dijo Mauricio Durán; esto es lo más parecido: reunirse, tocar la guitarra, hacer aparecer una canción.
No sé si la sinceridad lírica es un mérito musical en sí mismo, pero creo que Olivia Rodrigo está convirtiéndose en la estrella que quiere ser sin necesariamente firmar concesiones en el camino.
Diego Ibáñez, letrista alejadísimo de Santi Balmes (el primero es directo; el segundo es barroco), no busca nostalgia, no trata de evocar ningún recuerdo con la ayuda de alguien más; acude, solito, al agujero.
No sé cuántos aniversarios le queden a El Tri, pero verlos en directo es una oportunidad para entender de mejor manera lo que significa el rocanrol. Es una de las pocas cosas que no le van a poder arrebatar al pueblo.
La dimensión artística de Joaquín Sabina en términos musicales es indisociable de la idea de gira; no consigo escribir canciones en casa, dice él, deudor de una generación cuyo gesto de identidad era escribir en bares.
Tras la trágica pérdida de Gustavo Cerati, el desvarío actual de un Andrés Calamaro lucidísimo en recitales y perdidísimo en el día a día y la ausencia de voces en el panorama actual del rock argentino, Fito se erige ya como una estrella más en el firmamento.
Lee Fields es uno de los pocos exponentes que nos quedan de ese soul americano sureño, sesentero, mayoritariamente de la costa este, que tiene otro saborcito.
Los cuentos serían como pequeñas corrientes de agua que al confluir constituyen el volumen del libro en su totalidad, y las novelas serían como un tronco central que por debajo de la superficie se desperdiga en cientos de raíces de distintos tamaños y constituciones.
Rodrigo Márquez Tizano es escritor, editor, locutor y profesor. Y lo que se sume. Pisa la pelota los viernes y se rehidrata luego con un suero con cerveza. Michelada, pues. A sus treintaiséis años es miembro del Sexto Piso, donde publicó Yakarta, en 2016, y coordinó y prologó Breve historia del ya merito, en 2018. […]
La narrativa del autor de Mar Negro se explica ante su hartazgo, cansancio y desánimo frente al mundo real.
El periodista español abordó los orígenes del cantautor, evitando los peajes de la madurez, en una biografía recuperada por La Pereza Ediciones.
Al transcribir esta entrevista hubo que tomar una decisión: mantenerla igual o limpiarla. De alguna manera, mantenerla igual hubiera dificultado su lectura, pero habría sido consecuente —y hasta una suerte de homenaje— con el tema que trata el libro. Decidí que aquello hubiese sido, de cierta forma, una especie de acto desbocadamente pretencioso: dejemos que […]
El caníbal ilustrado, editado por Dharma Books, es una pequeña carta de navegación sobre la forma en que ve la literatura.
El cine debe seguir siendo un fenómeno en el cual, al comprar un boleto, se aceptan ciertas condiciones: es, en sí mismo, un vestigio de aquel mundo donde no controlábamos -o creíamos que controlábamos- todo.
Pero también llega el momento de crecer, dejar. Poder decir adiós es crecer. Gracias por hacer de mi adolescencia un mejor lugar.
Qué golazo de La Pereza Ediciones haber recuperado una novela tan inmiscuida en ese movimiento que representó una explosión en su momento y aún hoy sigue gozando de secuelas.