Babosada y media sobre cine (XIV)
Hoy se reúnen dos películas del mismo autor; la otra es un punto culminante e inicial (así de engañoso, así de paradójico, así de personal) en mi infancia. Larga vida a Heath Ledger.
Hoy se reúnen dos películas del mismo autor; la otra es un punto culminante e inicial (así de engañoso, así de paradójico, así de personal) en mi infancia. Larga vida a Heath Ledger.
El mundo es un lugar raro, oscuro, cruel, en el cual aferrarse a las cosas en las que uno cree es terapéutico y hasta necesario.
El mundo es un lugar más gris sin Leonard Cohen y, como dice The Edge, guitarrista de U2, hay que abrazar el recuerdo a sabiendas de que no existirá nunca más una figura así.
Arranca la previa de los Óscares, la alfombra roja más larga del mundo, con una de las películas que habita varias categorías. Hablo también, por qué no, del futbolista enamorado del galardón individual y, por último, del extraño experimento destructivo que en su secuela se superó a sí mismo.
Décima Babosada y media. Cabezazo de Ramos en Lisboa. Son quince babosadas, entonces. Esta vez conviven Eddie Murphy, Alejandro González Iñárritu y los Beastie Boys.
Los ganchos lanzados por Rocky ya hubiese querido Tarantino construirlos con diálogo, aunque ninguno tenga jamás la sensibilidad de mi primera opción.
Los seres humanos jugamos, a veces, a ser Mary Shelley y creamos monstruos extravagantes cimentando la idea en sus capacidades para desenvolverse en un campo de fútbol.
De nuevo no hay, a priori, mucho en común entre Woody Allen, Stephen Frears y Roberto Bolaño. O quizá sí: el mero hecho de que, por alguna razón, los llevo en la cabeza todo el tiempo.
Lanthimos, Miller y Kusturica: tres películas que resumen oscuridad a primera vista. No sé, francamente, cuál es más inquietante.
Me aficioné a una herramienta de Letterboxd, la red social donde vomitas qué películas vas viendo.
¿Para embobarse con el fútbol hay que cuidar al niño que se enamoró y llevamos dentro? ¿O es el fútbol quien debe cuidarnos a nosotros?
Siempre vuelvo a ella cuando me siento descolocado, soso, habitando días largos.
El comunicólogo debe ir un paso más allá para especificar su mensaje, y para ello debe contar con la anuencia y curiosidad de quien quiera escucharlo.
La obra de Maurilio de Miguel aborda el mito de los bares, la noche, el trago y La Mandrágora.
Pareciera, por momentos, el mejor thriller grabado en últimas fechas por las calles de México.
Diego Fonseca creó el Music Death Match, que a las doce del día, de lunes a viernes, provoca un slam en Twitter.
Este proyecto es reflexión, tras reflexión, tras reflexión, algo raro en los sistemas de entretenimiento hoy en día.
¿Se puede ver algo con nuevos ojos? Si somos distintos, ¿la película es otra?
El showrunner de la serie documental que aborda la historia del rock en América Latina habla sobre el proceso creativo, la repercusión inesperada, los elogios, las críticas y las ausencias.
Al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver