El comisario escuchó las inusuales palabras del sospechoso de inocencia: “La maté. Desde tiempo antes lo había planeado. No quería -como muchos inteligentes asesinos- que pareciera un crimen perfecto. Al contrario, comisario, quería que todos se enteraran del homicidio y de su autor, con todo y rúbrica. Tampoco fue lo que se llama un arranque. […]
Fue por la espalda




















