De romper fronteras se trata el encanto, las letras, cualquier batalla.
Cualquiera diría que eres escritor…


De romper fronteras se trata el encanto, las letras, cualquier batalla.

Empresas se han visto obligadas a cambiar su modelo de negocio y sustituir periodistas por máquinas.

No olvidemos que la palabra lupa, antes de significar estrictamente loba en femenino, significaba prostituta.

El pueblo que desprecia su lengua está condenado a perder su identidad.

Hallar, encontrar, descubrir la obra de un autor es jalar la punta de una madeja de estambre.

¿Con qué criterios juzgamos que la caída de una civilización es motivo o no de lamento, y que aquellas que las sustituyen son más o menos dignas de elogio?

Ahora siento como si nos hubieran arrastrado inconscientemente durante años por rutas marcadas para terminar en un precipicio.

Más de una noche de vinho verde besé su figura y le confesé mi admiración literaria, total y absoluta.

Siempre existen los privilegiados con un bote salvavidas y los que naufragan.

Su obra perdura en el tiempo como recordatorio de lo implacable e indolente del destino, pero también como un faro en la oscuridad que revierte la desesperanza para abrazar a nuestro albedrío.

Jack Kerouac escribió lo que los expertos llamarían “la obra definitiva de la Generación Beat”

Existe un factor común que se enlaza en todas sus obras: personajes que aspiran a ser escritores.

La escritora inglesa cuestiona las desventajas de ser mujer en una sociedad opresora, dominada por los hombres, la religión y la moralidad.

Es probable que se avecine un juicio moral en contra del deportista más reverenciado de todos los tiempos.

Internet significa el empleo de muchos, el discurso de algunos y la verdad absoluta de otros cuantos.

Se trataba de un comisario de policía devenido en cronista, cuya deslumbrante aproximación a la novela negra me remitió a las letras de Manuel Vázquez Montalbán.

Hoy se celebra el Día Mundial de la Lengua Portuguesa y para conmemorar esta fecha, les comparto unos poemas que tienen como lengua materna el portugués.

Hay historias que no hace falta mover, que suceden de muchas maneras en el tiempo y que siempre serán perfectas desde la luz de nuestra memoria.

Crecí columpiándome entre la realidad y la fantasía, como una trapecista danzando en el vaivén de la vida, entre el infinito y el vacío.

Dejad de buscar nombre a los días y empezad a vivirlos. Que con tanta letra se nos atragantan las horas.