Mil ochocientos veinticinco días
Nos conocimos en múltiples dimensiones espejoLa última vezfue en un
Nos conocimos en múltiples dimensiones espejoLa última vezfue en un
Habitar en los tamboresrecorrer la carne de los hombresy las lágrimas de las mujereses un
No pensé doliera tanto,pero llegó el desengañoy con él, la muerte de un amorque sólo dejó
Siempre fui de donde estaba aquel cactus, que regué cuando la ciudad se quemaba en
Cuando las sombras del ayer coqueteanconmigocontra mícon los monstruos del ayery lo que aún es
En la foto, no solamente está su rostro contraído y tímido, su rostro de poeta.
Caigo y me levantoardo y ahogo.Tiene solo un cuerpohombre que séarca de besos,vida del Mundocon
Siempre me pregunto si en el bosque de ánimasreposan los diez sucres que le robé
Sin plasmar ningún episodioentre el baile de las mariposasla distancia era el caminoen las frías
Querido señor tristeza, deseaba quitarte la mordaza que tenías en los extremos de las comisuras
Crece dentro de míun prado feliz,una hermosa florcarga mis raícesy levanta la tierraque me sostienepolvo
Ya sea por la versión que nos ofreció Walt Disney (1950) basada principalmente en el
Has estado ahí toda la vidacomo el susurro de la orilla del marun suceder de
Pienso que así se ha de sentir desintegrarse;reventar como el pistilo de un hibiscoen las
Sin los silbidos del vientoy las laceraciones del pasadoen los girasoles del presentese continuaron las
Mis células flotancomo espíritusque escapande lágrimassonoras La piel se me caeal ritmo electropical Azul es la
“Todos los hombres son dioses para su perro.Por eso hay gente que ama más a
Heredé tus ojos, tu cabelloy la forma de tus dedos.Ahora habitas entre ellos;en el vacío