Nada que haya muertodesaparece, ni tu voz, ni el canto de nuestra memoria. Nada que haya muerto se desvanece, ni la ternura de nuestros pasos, ni el resplandor oculto de las palabras. Nada pero nada está muerto, toda la vida es una permutaciónaleatoria, una figura simbólica. Sombra del mundo, donde tú y yo permanecemos.
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