¡Oh Capitán, mi capitán! ¿Qué sería del club de los poetas muertos sin ti?
¡Tierra fértil, hoja fresca!

¡Oh Capitán, mi capitán! ¿Qué sería del club de los poetas muertos sin ti?
Mis labios están secos, / no siento más / el recuerdo de los tuyos.
Por: Raúl Fernández Molina. A los díasde encierroLe sobran horas y le faltan más balcones.
Te deseaba como a nadie / Cual Cortázar a Alejandra
¿Y si el futuro no es más que una copia desgastada del pasado?
La cama, mi tumba / El lápiz como arma de testamento.
Transito entre recuerdos y pieles sin nombre
Abro los ojos, las sábanas están empapadas.
Cualquier poesía es la correcta, verdadera / si paseás mientras tallos verdes nacen de tus ojos.
No consigo que estés conmigo las madrugadas de insomnio inducido
Basta con mirarnos a los ojos para darnos cuenta que nos han empezado a caminar los pesares.
¿Sabes? El amanecer está cerca
incluía un par de metáforas confusas, que apenas yo comprendo.
Se marchita con falsas promesas, pero se aferra al invierno y a la primavera.
Por suerte siempre tenemos a los cuñados, los hermanos, los vecinos, los suegros…
Lo cosí con modismos, acentos ajenos, clases que se creen altas, sonrisas falsas.
Te quiero libre / surcando todas las puestas de sol / que serás incapaz de borrar de tus pupilas.
Se cierran los mundos,
comienza a llover.
¿Qué hago aquí? Vivo un instante ¿Eres tú?
Insolencia de quien conoce su emplazamiento; soberbia de quien tiene amores por ver, besos por recibir.