Quise que durara por siempre, pero verla bailar, su cabello largo, su vestido, era ver una cortina que se movía con el viento.
Cuarentena
Víctima de los placeres inmediatos Inconsciente,Prisionera de tu propia imprudencia Lamentas el aislamientocomo si supieras volar¡No te asfixies, querida!El encierro es sólo un lugar imaginariopara los adictos a la melancolía. ¡Quédate en casa!,no en tu celda mental.Cuarentena, no sofoques tu vidani la de los demás De jaulas para adentro verásque es infinita la libertad
Sin noticias de Europa
Lo bueno es que han vuelto mis ganas de vivir. No las trajo él, ni nadie; las cargo yo. Quizás las trajo la primavera o quizás el sol.
Fantasmas
¿Cómo evitar sentirnos egoístas por pensar más en nosotros mismos, y no estar, como según dicen, pensando en una posible solución colectiva?
Tiempos posmodernos
¿Cómo no tener horror? ¿Cómo no aferrarse a la cotidianeidad del ayer?
La penúltima luz
Guerrero sin tropa, capitán de los fantasmas.
La lección más amarga
Veneno a pequeñas dosis, que no se revelará jamás hasta la dosis final.
Mirar afuera
El mundo no solo va de nosotros, encumbrados en el privilegio de lo predicho, lo orquestado, lo inamovible. Están los otros, los de afuera, los que no nos tocan.
Hoy recuerdo a los muertos de mi casa, diría Paz; hoy recuerdo y leo sus poemas, digo con humildad y devoción, porque en estos tiempos de sombra y paradojas negras, leer a nuestro gran Octavio Paz es ver en la noche más oscura del alma no sólo su morada caligrafía pasional, también vemos una luz suave, sutil, potente; un destello llamado ilusión, fervor, esperanza.
Evita que te alcance la soledad. Si te llega, no la dejes hacerse asidua. Hazla tu conocida, mas no una buena amiga.
Ventanas de Ámsterdam
El mundo afuera parece tan frágil; el tiempo es el mejor regalo en ésta espera.
No ver
De vez en cuando, es entretenido idealizar ciertas cosas, es como volver a la infancia y abrazar la torpe y adorable ingenuidad del niño que construye y dibuja castillos en la oscuridad de lo desconocido.
Coleccionista de historias
Me encantaban esas charlas en las que las horas no pasaban, sólo el café entre las tazas. Y ahí, en medio de los olores y sabores de mi hogar, aprendí a ver el mundo desde los ojos de alguien más.
Abrazos en tiempo de cuarentena
El día ha amanecido nublado y las nubes lo cubren todo de un gris blanquecino que me molesta en los ojos. ¿Qué ves desde tu ventana, querida abuela?
Los volcánicos
Me resulta una pequeña virtud lograr olvidarme de todos los nombres, palabras y fechas, y al mismo tiempo ser capaz de poseer todo un vocabulario propio de sensaciones.
Caminé diez minutos hacia el metro, sin un alma alrededor y con las calles medianamente iluminadas. Qué suerte, al menos aquí sí hay luz. En Tepito nomás hay de dos: estar a las vivas o estar a las vivas.
Una cifra más de la fosa común
4:27, abro la ventana y prendo un cigarrillo, el olor se parece más a un cartucho recién cortado y utilizado. Esta vida ya se trata de supervivencia y no de vivir.
Rutina color ámbar
Te quedaste con mi aroma doblado en tu cajón, también con nuestra alacena de recuerdos, escondiste tus cariñosas formas de nombrarme, y lo único que me dejaste fue la imborrable sensación de tu cuerpo, descansando junto al mío.
Lisístrata
Como referente del desplazamiento social en el que se han visto inmersas las mujeres a lo largo de la historia, he decidido usar la comedia de Aristófanes.
Todavía respira
Se te nota el terror, sabes que ese conocido sigue mirando escondido.