Nuestro ego ha sido el más lastimado, por esos viajes arruinados, esos conciertos perdidos, esas salidas desbocadas, presumiendo lo increíble que la estamos pasando. ¿En qué nos convertimos sin todo eso?
Te quiero en mi vida


Nuestro ego ha sido el más lastimado, por esos viajes arruinados, esos conciertos perdidos, esas salidas desbocadas, presumiendo lo increíble que la estamos pasando. ¿En qué nos convertimos sin todo eso?

Las sábanas en guerra, sed, un jadeo, la piel erizada, la seda empapada, una fuente que emana saliva.

Avanzaba sintiendo la necesidad extrema de llegar a alguna parte. De tocar suelo firme. Porque nunca el silencio había sido algo tan aterrador.

Insolencia de quien conoce su emplazamiento; soberbia de quien tiene amores por ver, besos por recibir.

La escritora y guionista Susan Sontag confronta con lucidez a la prensa sensacionalista en un ensayo tan fantástico como doloroso.

El autor de Bola de Sebo y El horla intentó abrirse la garganta con un cortaplumas de metal. Esto me inspiró a buscar y traducir, en sus poco más de 300 contes y nouvelles, algunos que trataran temas escabrosos y atractivos

Vino y me dejó los restos que alguna vez había limpiado.

He vivido y empatizado con el sufrimiento ajeno, y me he llevado a casa los últimos suspiros de algunos pacientes mientras lágrimas de impotencia humedecían mi rostro.

Por dentro estoy gritando, estoy ardiendo, quisiera quemarlo todo. La amenaza ya no es imaginaria, es real.

No se puede mentir a los que no nos importan si no somos incapaces de mentir a los que sí importan.

Tomé el cuchillo que había en la mesa con el que corté la naranja y comencé a atacar al primero. Todo estaba tan oscuro, y todos se movían tan rápido que solo recuerdo algunos flashes del suceso. Los gritos, la sensación de la sangre tibia en mis manos, el placer de insertarlos.

Tercera Regional es puro territorio comanche. Una vez te metes dentro no vuelves a salir. El modo de vida, los personajes que se juntan y el politiqueo de entre vestidores es lo más parecido al jaco.

Parón obligatorio. No hay balón. Seguirán en pie, vetustos, los estadios; el escudo soporta vendavales, la televisión continua encendida y la camiseta se muestra, orgullosa, en casa.

Con sol o sin él, con agua o sequía. Aunque te echen mierda que ni de abono sirve, sigues siendo fuente de oxígeno para muchos, aunque nadie te sepan ni cantar.

Quise que durara por siempre, pero verla bailar, su cabello largo, su vestido, era ver una cortina que se movía con el viento.

Víctima de los placeres inmediatos Inconsciente,Prisionera de tu propia imprudencia Lamentas el aislamientocomo si supieras volar¡No te asfixies, querida!El encierro es sólo un lugar imaginariopara los adictos a la melancolía. ¡Quédate en casa!,no en tu celda mental.Cuarentena, no sofoques tu vidani la de los demás De jaulas para adentro verásque es infinita la libertad

Lo bueno es que han vuelto mis ganas de vivir. No las trajo él, ni nadie; las cargo yo. Quizás las trajo la primavera o quizás el sol.

¿Cómo evitar sentirnos egoístas por pensar más en nosotros mismos, y no estar, como según dicen, pensando en una posible solución colectiva?

¿Cómo no tener horror? ¿Cómo no aferrarse a la cotidianeidad del ayer?

Guerrero sin tropa, capitán de los fantasmas.