Historias
Fragmentos de Alta Mar I: La isla sin nombre
Un manto negro y brillante se expande justo delante de mis descalzos pies, a escasos
Lamentos de Rosa
Rosa, la Rosa de los jardines les dice a los girasoles: -¡Consuélenme! El invierno me
Oficio sin punto final
Berlín.- Bernd Pickert habla un solvente español, casi perfecto. Usa desaliñados sus cabellos rubios, es
Iconografía del espejo: límites y posibilidades de los marcos de reconocimiento en la Venus de Francisco de Quevedo y Diego Velázquez
La razón por la cual quiero instalar este ensayo en la discusión iconográfica tiene que
Leche cortada
Propulsado por la fuerza de la maroma que convirtió en su rúbrica, Hugo Sánchez se
Roberto Mancini: el artista no reconocido del Calcio
Durante el periodo del Imperio Romano, los italianos lograron dominar a cualquier ejercito rival gracias
Carta a José Miguel
En el encuentro entre el deber escolar y la ironía de un vivir cada vez
Un día, un año
Berlín.- E. Fabisch era maestra de piano y murió durante los bombardeos que destruyeron esta
La mujer que canta
Cuando el viento empujó con fuerza, te levantaste de la escalera y poco a poco
Las tejedoras del petate
Como parte de las tradiciones de culturas mesoamericanas, se invocaba a la creación de piezas
El lugar de nadie
Mayo de 1941. Hitler planeaba el acecho definitivo a la Rusia Soviética. En el fragor
Giampaolo Pazzini: el sueño cumplido de Pescia
En la Toscana hay una pequeña ciudad que, durante el siglo XIX, se dedicó a
Un viernes
Verano en el Distrito Federal, soleado por la mañana, temperatura agradable, el volumen de trabajo
Berlín: del perdón a la paz
Berlín.- Todo viaje, decía Hoffman, no es más que una colección de panoramas. El viajero
Correr es escribir (II)
“Sí, intento (correr) todos los días. Nunca más de media hora, pero me sirve mucho,
Cuando el Kremlin no viajó a Chile
Carlos Reinoso, ya jugador del América de México, saltó a la cancha con el número