Sobran casos de padres que, cegados por las ‘bondades’ del futbol actual, de los millones y la fama, torcieron los destinos de sus hijos.


Sobran casos de padres que, cegados por las ‘bondades’ del futbol actual, de los millones y la fama, torcieron los destinos de sus hijos.

Termina el ritual, me despego de ti lentamente, sigo igual, aparentemente… Y voy por ahí, buscando algo que se le parezca.

El asedio durará poco, pensaba, es cuestión de aguantar otro invierno.

Tu compañía era oportuna, siempre llegabas cuando más te necesitaba y me bastaba con ver tu cara para sentir infinita tranquilidad. ¿Qué hay de las vidas que te faltaban por vivir? ¿Qué hay de nosotros?

Las noticias falsas han contaminado el sector como un virus. Y, como todo lo que llega de repente, no hay previsiones posibles.

Siguiendo los consejos de su novia imaginaria, Santi confrontó a Joleno sin más. Su corazón está tan herido que pide una ambulancia y abandona a su dueño.

Estaba allí, viviendo el sueño. Volveré otro día sólo para mirar cómo tú, Nueva York, amaneces.

Cuando el día llegue y no tenga más remedio que dejarla ir, lloverá en la ciudad a cántaros, como hoy siguen lloviendo los recuerdos en mi alma.

El camino que uno recorre no depende de los propios deseos. A veces existen circunstancias que debemos sortear mientras lo hacemos. Incluso, dar la vuelta y recomenzar el camino. No está prohibido, siempre hay una siguiente salida.

Esbozar la sonrisa. Darle esperanza a la esperanza para que vuelva a surgir. Volver a creer y a recuperar. Volver.

Entro en la habitación vacía y solo queda el eco. Un eco vacío que no me abandona, hablándome de raíces que llaman a mi interior.

Llego a la estación exhausta, me siento en un banco y decido en un suspiro que tengo que seguir buscando. Barcelona está gris y tiene el ceño fruncido.

Milan Kundera escribió en su libro La identidad que la mirada del amor es la mirada del aislamiento y yo veía a esa relación amorosamente: aislaba la responsabilidad que él tenía y buscaba maneras de justificarlo en un intento de saber cómo lidiar con las cosas.

No es sólo mi lucha, es la de todas que han sido pintadas, recitadas, cantadas y bailadas, que hoy no poseen su propia voz pero sí la mía.

La palabra se ha ido de lo abstracto a la piel ¿Qué es esa lagartija veloz que recorre todo el cuerpo? Es esta mujer que no escribe, arroja balas de nieve.

No puedo sino reconocer y celebrar el esfuerzo y valentía de todas las mujeres que han jugado un papel trascendental en la historia mundial y, sobre todo, en mi historia personal.

Es momento de romper, de una vez por todas, esas etiquetas que la sociedad nos dio a través del tiempo. Tenemos que empezar a normalizar que las mujeres somos libres y personas completas.

Los minutos no duran tanto, cada kilómetro se hace más largo, me siento agotado y mi cartera, siempre, amanece vacía.

Él tenía miedo porque no sabía nadar, pero de cualquier modo se paró sobre la orilla, sintió el agua salpicándole las piernas y se arrojó porque sabía que eso tenía que hacer. Era su llamado.

Nos entregamos a otros desconocidos, a sus dolores, a nosotros mismos y a nuestros dolores. Y sudamos, y lloramos, y sangramos, y volvemos a ser…